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Cuatro investigaciones separadas, presentadas en la Conferencia anual de la Asociación de Alzheimer que fue celebrada en Canadá así lo confirman:
Estudio 1 Universidad de Columbia Británica, Vancouver
Realizado a 86 mujeres con edades comprendidas entre los 70 y 80 años con demencia incipiente, las participantes fueron divididas en tres grupos y se les asignaron distintas rutinas de ejercicio durante seis meses mientras también fueron sometidas a pruebas para medir sus funciones mentales, como razonamiento y memoria.
Las mujeres que realizaron el entrenamiento con pesas “mejoraron significativamente” los grados obtenidos en las pruebas que medían la atención selectiva, resolución de conflictos y tareas de memoria.
Estudio 2 comparación entre entrenamiento de resistencia con entrenamiento de equilibrio y balance en las funciones cognitivas de 155 mujeres de entre 65 y 75 años.Las conclusiones evidenciaron que las mujeres que llevaron a cabo el entrenamiento de resistencia mostraron más probabilidades de mejorar o mantener sus funciones cognitivas
Estudio 3 Centro Nacional de Geriatría y Gerontología , Japón, 47 personas mejoraron sus capacidades de lenguaje, tras una combinación de ejercicios aeróbicos, fortaleza y balance durante un período de 12 meses.
Estudio 4 Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos 120 adultos mayores que aunque no mostraban signos de demencia, tenían un estilo de vida sedentario. Tras un año de ejercicio aeróbico ligero (caminatas) el tamaño del hipocampo (área relacionada con la corteza cerebral que se ubica al interior del lóbulo temporal) de los participantes se incrementó dos por ciento, lo que mejoró sus funciones cognitivas
de: http://www.lacapital.com.ar a traves de Almudena del avellanal Lda. Psicología, especialista en psicogeriatra, estrés y dolor crónico.
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